Helen Levitt – Fotógrafa de la vida cotidiana

La cámara de Helen Levitt es un instrumento para el registro de la vitalidad y creatividad comunes de la vida cotidiana. El misterio, el lirismo y la apertura del aquí y ahora que ella representa son el testimonio de la vitalidad de las clases populares y de la capacidad de la fotografía para dar forma a lo cotidiano.

[Cultura – Fotografía / Mujeres Hoy

 

Hasta 2009, Helen Levitt (Nueva York, 1913-2009) fue quizá la última superviviente de los grandes protagonistas del periodo heroico de la fotografía moderna de antes de la Segunda Guerra Mundial.

Influida por Henri Cartier-Bresson tanto como por Walker Evans, Ben Shahn y el círculo de la Photo League de Nueva York, su trabajo arranca, a mitad de los años treinta, como un singular punto de encuentro entre la poética surrealista de la instantaneidad cotidiana en la gran ciudad, por un lado, y el documental social de la cultura popular norteamericana, por otro.

 

Exposición ‘Los enigmas visuales de Helen Levitt’

Fundación MAPFRE presenta en el Centro de Fotografía KBr de Barcelona, hasta el 1 de febrero de 2026, la primera exposición de Helen Levitt (Nueva York, 1913-2009) realizada a partir de su obra completa y de sus archivos, accesibles para consulta solo recientemente.

Comisariada por Joshua Chuang, la muestra realiza un amplio recorrido por su trayectoria a través de nueve secciones y unas 220 fotografías.

Incluye obras inéditas, así como los trabajos realizados en México en 1941 y buena parte de su trabajo a color.

Además, se presenta su película ‘In the Street’, dirigida por ella misma junto con Janice Loeb y James Agee, y una proyección de diapositivas en color realizadas por la artista.

Helen Levitt nació en Bensonhurst, un barrio de Brooklyn, en el seno de una familia de origen ruso-judío. Desde joven mostró una gran sensibilidad artística, alimentada por su amor por el cine mudo, la literatura y las artes escénicas.

Aunque abandonó el instituto antes de graduarse, su curiosidad la llevó a explorar el mundo de la imagen desde muy temprano.

Con motivo de la exposición se ha publicado un catálogo que reproduce todas las obras expuestas y cuenta con ensayos de su comisario, Joshua Chuang, y de otros especialistas en historia del arte y de la fotografía:

Lauren Graves, Elizabeth Grand, Mónica Bravo, Anne Bertrand, Freya Field-Donovan y Joel Sternfeld. En su versión en inglés, este catálogo es coeditado por Thames & Hudson.

Inicios

Levitt inició su trabajo fotográfico en 1935, probablemente estimulada por el descubrimiento de Cartier-Bresson, que ese mismo año había mostrado algunas fotografías en la galería Julien Levy de Nueva York.

En 1936 adquirió una Leica y empezó a fotografiar en las calles del East Harlem. Poco después se unió a la New York Film and Photo League, un colectivo comprometido con el cambio social a través de la imagen.

Fue allí donde conoció a Henri Cartier-Bresson, cuya influencia fue decisiva para que se dedicase a la fotografía de forma independiente.

En 1938 conoció a Walker Evans y a James Agee y colaboró con Evans en la realización de su exposición ‘American Photographs’ en el MoMA y le acompañó en el inicio de la realización de su serie de retratos en el metro, ambas cosas en ese mismo año.

Fue también en 1938 cuando eclosionó su propio trabajo, al principio centrado en los niños jugando en la calle, en la actividad cotidiana de la gente anónima y, algo más tarde, en los graffitis, que constituiría su actividad principal hasta la segunda mitad de la década de los cuarenta.

 

La sensibilidad particular de Helen Levitt

A finales de la década de 1930 había desarrollado una sensibilidad particular inspirada en el surrealismo y en su amor por el cine de vanguardia, pero centrada en las interacciones de la gente corriente en las calles, las aceras, las escaleras de entrada a las viviendas y los solares vacíos de su ciudad natal.

A menudo utilizaba un visor lateral, que le permitía pasar desapercibida y fotografiar discretamente.

Como una antropóloga en casa, su trabajo era un estudio del comportamiento público de la gente corriente, en zonas populares de Manhattan, y se desplegaba como una coreografía urbana de cuerpos en movimiento.

Capturaba los gestos de la gente, el lenguaje de la calle. Sus imágenes representaban un mundo de signos, la escritura social inscrita en los movimientos del cuerpo y en las paredes del entorno metropolitano construido.

Recorrió barrios como Spanish Harlem, el Lower East Side o Brooklyn, documentando la vida cotidiana en las calles, especialmente la de los niños, con una mirada sensible y sin artificios.

 

Su enfoque técnico y estético

Desde entonces, su enfoque, basado en el uso de la Leica, ha permanecido técnica y estéticamente igual a lo largo de su vida.

Apenas sin salir de New York, sus imágenes han sido generalmente presentadas en ampliaciones modestas de pequeño formato. Bajo estas condiciones voluntariamente restringidas ha sido capaz de producir imágenes de gran exactitud, variedad y lirismo.

En el verano de 1941 viajó a México con la mujer de Agee, Alma. Allí realizó una serie de fotografías con el mismo método que había iniciado en New York, observando igualmente la vida de la calle en los barrios desfavorecidos. La principal diferencia con las imágenes de New York es la disolución del entorno metropolitano.

En México la calle aparece como un espacio de fronteras difusas con el entorno rural, como una zona intermedia entre el campo y la ciudad.

Quizá por ello, las situaciones de desposesión aparecen en la fotografías mexicanas de una manera más dramática que en New York. Este es su único trabajo realizado fuera de su ciudad.

Entre 1938 y 1942 capturó muchas de las imágenes que la consagrarían como una de las grandes fotógrafas del siglo XX.

Helen Levitt - Fotógrafa de la vida cotidiana

 

Colaboraciones con el cine

A su vuelta a New York inició su contacto con el cine, y encontró un trabajo como montadora a través de su amiga y colaboradora Janice Loeb.

También trabajó en el montaje de películas de propaganda patrocinadas por el MoMA y más tarde en el departamento de cine de la Office of War Information.

En 1943 tuvo su primera exposición personal en el MoMA, ‘Photographs of Children’, y por entonces también empezó a publicar fotografías en revistas como Fortune y PM.

En 1944 inició un film en colaboración con Loeb y Agee sobre la vida en la calle, siguiendo el mismo enfoque de sus fotografías, que se titularía ‘In the Street’.

Aunque la realización se prolongó hasta 1946, el film no sería terminado hasta 1952. Agee se había convertido en un gran admirador del trabajo de Levitt y esta colaboración le permitía poner en práctica su aspiración a una nueva forma de cine equivalente a un poema lírico.

Poco después, en 1946, los tres colaboraron nuevamente en la realización de otro film, junto con Sidney Myers, ‘The Quiet One’, en la que fue directora de fotografía, sobre la historia de un niño delincuente negro y su proceso de rehabilitación.

 

Dejó temporalmente la fotografía

Durante la década de los cincuenta, Levitt trabajó en el cine e interrumpió temporalmente su trabajo fotográfico personal, que no retomaría hasta finales de esa década gracias a dos becas Guggenheim, obtenidas en 1959 y 1960.

Así pudo explorar nuevas técnicas cromáticas. Los avances en la sensibilidad de la película en color la animaron a volver a las calles con su Leica.

Su vuelta a la fotografía en ese momento fue para iniciar un trabajo en color, utilizando dispositivas. Buena parte de ese trabajo se ha perdido y la mayoría de las diapositivas que se conservan son algo posteriores, de los años setenta.

Continuó fotografiando en color durante toda la década de 1970, pero retomó el blanco y negro para una serie realizada en el metro de Nueva York y, alternando ambos, fotografió los mismo barrios que había fotografiado en los años treinta. 

Levitt siguió fotografiando de forma intermitente hasta principios de la década de 1990, cuando fue conocida como la «poeta laureada no oficial» de Nueva York y su obra fue celebrada universalmente como una de las más atemporales y conmovedoras de la historia del medio.

 

Testimonio de los cambios en New York

Fue también a mitad de los sesenta cuando se produjo una atención renovada a su trabajo que no haría sino aumentar progresivamente.

En 1965 se publicó el libro ‘A Way of Seeing’, que constituye un hito en su trabajo.

El libro recogía sus mejores imágenes, realizadas veinte años antes, acompañadas de un texto fundamental de James Agee, igualmente escrito en los años cuarenta.

Hoy es uno de los fotolibros clásicos del siglo XX, la gran aportación de Levitt a la fotografía moderna queda plasmada en sus páginas de forma emblemática.

Si sus escenas callejeras de la era Roosevelt muestran la riqueza de la vida pública en los años treinta y las formas infantiles de juego y ocupación del espacio público, en los años ochenta de la era Reagan, la calle aparece como un espacio sin niños, en que las divisiones sociales entre ricos y pobres parecen haberse agudizado.

 

Un análisis

Es inevitable hacer una lectura en paralelo de estas imágenes tardías con las tempranas y analizar también cómo y qué ha cambiado en la ciudad.

Es aquí significativo constatar como en su pequeña serie de viajeros en el metro, realizada a lo largo de la segunda mitad de los setenta, Levitt revisa el momento inicial mismo de su trabajo, emulando su experiencia de acompañar a Walker Evans a fotografiar los pasajeros del metro en 1938.

El trabajo de Levitt se cierra así como en un bucle y constituye un testimonio singular de la historia de la vida popular en la gran ciudad.

 

Arte popular

En su ensayo de ‘A Way of Seeing’, Agee asimila las imágenes de Levitt a los grandes logros del arte popular, del folklore. La cámara de Levitt es un instrumento para el registro de la vitalidad y creatividad comunes de la vida cotidiana.

Ella es parte de lo que fotografía. Su representación de la gente corriente no es determinista, revela un sentido de la historia en el que el destino permanece abierto, indecidido.

Sus imágenes de niños formalizan un sentido de lo maravilloso pero, a la vez, no prometen ningún paraíso.

Algunos de las grandes pensadores y poetas del siglo XX, como Antonio Gramsci o Pier Paolo Pasolini, han articulado como la creatividad popular incorpora formas de resistencia y de historicidad.

El misterio, el lirismo y la apertura del aquí y ahora que ella representa son el testimonio de la vitalidad de las clases populares y de la capacidad de la fotografía para dar forma a lo cotidiano, para constituirse como un arte popular moderno.

Esta ha sido justamente la invención clave de Levitt y su generación y el gran legado de la emergente cultura documental de los años treinta para la posteridad: la representación moderna del mundo popular a través del documento fotográfico y la construcción poética y política del hombre común como el sujeto de la historia son las dos caras de la misma moneda.

 

Helen Levitt una de las mujeres pioneras en el mundo de la fotografía

Helen Levitt fue una de las primeras mujeres en abrirse camino en el mundo de la fotografía, especialmente en el ámbito de la fotografía de calle. Siempre evitó construir una narrativa explícita en su trabajo y prefería no hablar sobre sus imágenes.

Esta decisión, lejos de restar valor, es una de las claves que hacen su obra tan interesante. Sus imágenes poseen una cualidad misteriosa que las convierte en auténticos enigmas visuales.

Su mirada única y certera transforma escenas cotidianas en composiciones difíciles de definir, lo que provoca una conexión inmediata con el espectador, incluso cuando no hay una narrativa clara que las explique.

Asentadas en un realismo descarnado y rebosantes de humor subversivo, picardía y emoción, sus imágenes están abiertas a múltiples interpretaciones, ocultando tanto como revelan.

 

 

Equipo Torrese 
eMagazine 39ymas.com 

Fuentes:
Sala Municipal de Exposiciones de San Benito, Valladolid (España)
Fundación MAPFRE, Centro de Fotografía KBr, Barcelona 

Imágenes gentileza: Fundación MAPFRE, Centro de Fotografía KBr:
Cartel publicidad exposición
Helen Levitt. New York. 1939. © Film Documents LLC, courtesy Zander Galerie, Cologne.
Helen Levitt. New York. 1976. © Film Documents LLC, courtesy Zander Galerie, Cologne. 

Imágenes cedidas por la Sala Municipal de Exposiciones de San Benito, Valladolid (España)

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> Del 24 de septiembre de 2025 al 1 de enero de 2026 se celebra la exposición ‘Los enigmas visuales de Helen Levitt’ en el Centro de Fotografía KBr de Barcelona de la Fundación MAPFRE, comisariada por Joshua Chuang.  

> En el mes de mayo de 2011 se celebró, en la Sala Municipal de Exposiciones de San Benito (Valladolid), una exposición que presentaba una lectura del trabajo de Levitt basada en su libro ‘A Way of Seeing’ y trazaba cronológicamente la trayectoria de la artista desde este su primer trabajo hasta su obra tardía. La exposición fue coordinada por Juan González-Posada M.

 

Ver:

> La fotografía de Martine Franck – Pinceladas de su biografía en declaraciones de la propia artista
> Gisèle Freund – El mundo y su cámara – El retrato la forma en que se expresó mejor
> María del Mar Bonet y Toni Catany – La mirada del fotógrafo 
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