Dr. Antonio Sitges-Serra – ‘Si puede, no vaya al médico’
Librería +Bernat, Barcelona
Presentación del libro
‘Si puede, no vaya al médico’ – Dr. Antonio Sitges-Serra
24 de febrero de 2020
El doctor Antonio Sitges-Serra (Barcelona, 1951), exjefe de Cirugía del Hospital del Mar de Barcelona, ha ejercido 40 años en la sanidad pública, entre la cirugía, la investigación y la consulta.
Antonio Sitges-Serra en su libro, ‘Si puede, no vaya al médico’, publicado por la Editorial Debate y Libros del Zorzal, y prologado por el filósofo Manuel Cruz, planta cara a la industria farmacéutica y diagnostica la peor enfermedad del siglo XXI: el tecnoutopismo médico.
Es un libro provocador que habla de anécdotas e historias verídicas y del entorno que las hace factibles; de que la industria farmacéutica es un fondo buitre, de sobornos, congresos lujosos, del sistema poco regulado o de conflictos de intereses dentro de algunas especialidade médicas. Un trabajo que pone al descubierto las prioridades que no sabíamos del sistema sanitario.
Ha presentado al autor del libro la periodista Mercedes Milá quien ha afirmado que el doctor es una persona que “no ha perdido el tiempo ni un minuto, que ha creado, ha curado, ha gozado y se ha responsabilizado como ciudadano en la política”.
Ha estado acompañando al doctor la radióloga Teresa Maristany, presidenta de la ‘Associació Catalana de Radiologia Mèdica’ (ACRAM), presidenta de la ‘Societat Catalana de Diagnòstic per la Imatge (Acadèmia de Ciencies Mèdiques), y Directora de Diagnóstico por la Imagen del Hospital Sant Joan de Déu.
Maristany está convencida de que “nos falta empatía con los pacientes. Los radiológos somos el médico invisible. Nosotros no debemos ser los polícias que digamos a todos los clínicos ‘no está indicado’, aunque lo hagamos».
Según la profesional no es cuestión de realizar una suma de pruebas, sino de personalizar las pruebas a cada paciente.
“Creo que vamos hacia delante y hacia bien. La resonancia no irradia, ya no hacemos ningún TAC a niños. Hay un lema que me parece muy interesante: para el niño todo, para el adulto lo necesario y para los más mayores ser más restrictivos. Sobre todo no hacer pruebas que son son necesarias”.
El Dr. Antonio Sitges-Serra, ha comentado que Mercedes Milà y él “somos del 51, la generación de los babies boomers. La primera generación que se ha beneficiado de la paz, de la democracia, de la cirugía menor, de los antibióticos, de las vacunas y de la higiene.
La primera generación de la historia que ha vivido con estas condiciones. Quiero manifestar que somos una generación absolutamente privilegiada”.
Para sorpresa de Mercedes, el doctor ha recordado que cuando él salía de la escuela y bajaba por una de las calles de la zona alta de Barcelona, tenía mucha fama una joven de pelo rubio que iba en una Montesa a toda velocidad.
“Mis compañeros y yo la veímos pasar con admiración. Tengamos en cuenta que en el 66-67, no era muy frecuente ver a una chica muy atractiva montada en una Montesa con el cabello al aire. Este es el recuerdo que tenemos de Mercedes Milá”.
Milá, comenta lo que la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha dicho esta tarde sobre el coronavirus: que hay que asumir que podemos estar ante una pandemia mundial. “Quiero que me digas si esto es una mentira brutal, teniendo en cuenta que en África mueren un millón de personas al año, y cada día mueren 19.000 niños”.
Con respecto al coronavirus, el doctor Antonio Sitges-Serra dice: “de qué estamos hablando, en qué mundo estamos, qué mundo nos hemos montado, es el mundo de la globalización, es el mundo tecnoadictivo, de la hipocondria social y que hace que una mutación pequeña nos haya revuelto el Planeta. Se ha cargado el Mobile, el Carnaval de Venecia y varios congresos internacionales.
Un poco de culpa la tendrá el virus, pero mucha culpa la tiene una sociedad profundamente hipocondriaca que no acaba de asumir la enfermedad y menos aún la muerte”.
La radióloga Teresa Maristany comenta que lo mejor que podemos hacer es mantener una buena higiene: lavarnos las manos las veces que sea necesario durante el día, si tosemos, poner un pañuelo delante de la boca mejor que las manos, ventilar bien la casa y mantener limpias todas las superficies.
Hablando del sobrediagnóstico
Cada vez los hospitales disponen de más y mejores máquinas y nuevos fármacos, parece un progreso imparable. Según el doctor Sitges-Serra: “es un mecanismo de autodefensa, parece que queramos vencer a la muerte. No es un buen camino, de momento nos ha conducido al sobrediagnóstico».
«Con la tecnología de detección más avanzada, se encuentran enfermedades que en realidad no lo son. No hay síntomas. El paciente va una revisión y, con el nuevo superescáner de última generación, encuentran un cáncer de dos milímetros en el tiroides. El médico le dice: ‘hemos visto un cáncer de dos milímetros en el tiroides’, y el paciente cree ser un enfermo de cáncer, además le tratan como tal, aunque en realidad no pasa nada.
Por ejemplo: el 80% de los varones tiene cáncer en la próstata al morir. Ha muerto de otra cosa, por ejemplo, de un infarto, pero tenía ese cáncer no se sabe desde cuándo, sin que nadie lo viera y sin dar síntomas. Para la vida del paciente, lo mejor es que no se lo detecten”.
Tecnologia nueva e incremento de costes
El doctor nos informa de que esta tecnología tan avanzada conlleva, por ejemplo, en un robot para operar próstatas, un gasto inicial de un millón y medio, y unos mantenimientos anuales de más de 100.000 euros. Más el coste de enseñar a los médicos a usarlo.
«El gran problema de la sanidad es el incremento de los costes: el coste aumenta cada año, en gran parte porque se compran productos innecesarios, pero glamurosos.
La sanidad está entre el 20 y el 25% del PIB, y cada año crece. El año pasado, un 6%, mientras el PIB creció solo un 2%. Si no fuera por el tecnoutopismo, los costes se reducirían enormemente. Se podría dedicar más dinero del PIB a la Justicia o a la dependencia. Y además, sobran médicos”.
La hipocondria social
El doctor ha puesto mucho énfasis en la hipocondria social. Para él “es debido a la falta de conciliación que nuestra sociedad tiene con la muerte».
«El ciudadano pide la eutanasia porque se ha dado cuenta de que es muy difícil morirse. Lo que tenemos que hacer es alargar la vida, no alargar la muerte.
Me causan mucha gracia los médicos que dicen ‘ahora hemos de cronificar el cáncer’. ¿Qué quiere decir, que te mueres más lentamente o que puedes ganar años de vida?
Es muy ambiguo el tema. Todo lo que sea cronificar determinadas enfermedades va en contra de la psicología del paciente y de la familia. No debemos tener esta idea de cronificarlo todo ya que lo que pasará será una catástrofe demográfica.
Los medios también son una parte importante de la hipocondria social. Si veis la página de la Fundación Española del Corazón, que es la financiera, parece un supermercado. Reciben cantidad de dinero de diferentes empresas. La Sociedad Española de la Salud pone el sello de alimento sano cardioprotector, y los otros pagan.
Este sistema no se aguanta por ningún sitio, pero entre todos lo mantenemos. Sinceramente, no vamos bien. Todos somos un poco culpables de la forma en que nos vemos a nosotros enfermos.
Yo siempre digo que hay tres maneras de entender el propio cuerpo: soy un cuerpo (todo el día haciéndo pruebas), tengo un cuerpo (a ver qué pasa) o hay un cuerpo en mi (paso de todo). Cada manera de entender el cuerpo es una manera de entender la enfermedad».
Es un libro que, según Mercedes Milá, lo empezaremos y no podremos dejar de leer hasta la última página.
L. Sedó
Barcelona, 24-02-2020
Todas la fotografías: ©2020 L. Sedó
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