Jóvenes y pantallas – Epidemia de salud mental y suicidios
La calidad de vida de los jóvenes y niñ@s ha bajado mucho. Son menos empátic@s, más impulsiv@s y menos tolerantes con la frustración. Se habitúan a los contenidos altamente violentos y pornográficos, que tienen su principal puerta de entrada en los grupos de Whatsapp.
“¿Qué clase de sociedad estamos creando en la que la segunda causa de muerte de la población infantil y juvenil es el suicidio?”, Mar España.
[Familia – Niños y Adolescentes / Salud]
La creciente evidencia científica sobre la correlación entre sobreexposición a los entornos digitales y peor salud mental en menores llega en un contexto en que las cifras de uso de dispositivos móviles superan el 90% a los 11 años.
Varios expertos plantean la urgencia de pedir responsabilidades a las plataformas digitales que emplean diseños adictivos y no verifican la edad de sus usuarios.
“Es la primera vez en España que distintas sociedades médicas, desde pediatría, psicología, neurología, psiquiatría, incluso, oftalmología se unen para advertir de un problema social”, señala la abogada Mar España, que ha sido directora durante más de una década de la Agencia Española de Protección de Datos.
Se refiere a la forma en que el uso excesivo de la tecnología está afectando a la salud de los menores. Lo que empezó siendo una tímida intuición, una observación de padres y educadores alentada por la experiencia, cuenta ya con sólida evidencia científica.
“Cada vez tenemos más estudios longitudinales y extensivos sobre los efectos dañinos del uso de las redes sociales”, recalca España.
Cuanto mas tarde se tenga un móvil, mejor bienestar
Un estudio reciente de Sapiens Labs con datos de 28.000 jóvenes apunta que, cuanto más tarde reciben su primer móvil o tableta, mejores puntuaciones tienen en bienestar psicológico y social más adelante, entre los 18 y los 25 años.
Para hacernos una idea, el 74% de mujeres que estrenaron su primer móvil a los 6 años enfrentaban retos de salud mental, en contraste con un 46% entre las que lo recibieron a los 18 años. En varones, el porcentaje disminuyó del 42% en el primer caso al 36% en el segundo.
A pesar de esto, la realidad es que el 92,2% de los menores de 12 años –la edad media para el primer smartphone es 10,9 años– ya tienen móvil propio.
Y el 98,5% está registrado, al menos, en una red social, según datos de un informe de UNICEF realizado en España con una muestra de más de 40.000 adolescentes.
No hay salud mental sin salud digital

“No estamos en contra de la tecnología, estamos a favor del acceso racional, progresivo y gradual, en función de la madurez de las personas”, señala España, ahora directora de la Plataforma Control Z.
Sin embargo, cuando el huracán de las digitalización nos tomó a todos por sorpresa hace unos años, las pantallas irrumpieron hasta lo más recóndito de toda una generación de niños y adolescentes.
“No lo sabíamos. Pensábamos que la tecnología les ayudaría a socializar, a aprender más, a tener más acceso al conocimiento, pero nos equivocamos”, reconoce a SINC (Servicio de Información y Noticias Científicas) el psicólogo clínico Francisco Villar, coordinador del programa de atención a la conducta suicida de la infancia y la adolescencia en el Hospital Sant Joan de Déu.
Según el especialista, “la calidad de vida de los chavales ha bajado mucho. Son menos empáticos, más impulsivos, menos tolerantes con la frustración”.
Además, los chicos se habitúan a los contenidos altamente violentos y pornográficos, que tienen su principal puerta de entrada en los grupos de Whatsapp.
Al mismo tiempo, “tenemos a niñas de 9 años luchando contra el envejecimiento sin ni siquiera haber llegado a la juventud”.
Como observa España, “no es posible que un niño o una niña tengan la mente en calma cuando las redes sociales le bombardean con notificaciones y estímulos sin un momento de descanso”.
Cuando el algoritmo te termina de hundir
Pero esos no son los únicos problemas. En la última década, se han multiplicado por cuatro los pacientes del programa de atención a la conducta suicida en menores que dirige Villar. “De 250 ingresos en urgencias en 2013, hemos pasado a más de 1000 al año desde 2021, solo en mi hospital”, informa.
Un estudio publicado el pasado agosto por la Fundación Molly Rose se propuso demostrar qué sucede cuando un adolescente se encuentra triste y busca consuelo en las redes sociales.
Los investigadores crearon perfiles falsos de niñas de 15 años –un año más de los que tenía la británica Molly Rose cuando se quitó la vida en 2017– y empezaron a visualizar vídeos en sintonía con un estado de ánimo depresivo.
Al instante, los algoritmos de recomendación escupían una avalancha –el 97% de los reels en Instagram y el 96% de los vídeos de TikTok– de contenido teñido de desesperanza y desesperación.
Un 55% de ellos trataban sobre suicidio y autolesiones, un 8% promovían el suicidio explícitamente como solución y un 16% ofrecían métodos detallados para cometerlo.
Uno de cada diez de estos vídeos en TikTok y uno de cada cinco en Instagram recibieron más de un millón y más de 250.000 ‘me gusta’, respectivamente.
En una investigación parecida, Amnistía Internacional y el Instituto de Transparencia Algorítmica, crearon 40 cuentas falsas en TikTok que simulaban perfiles de niños de 13 años y observaron que “solo con poner en su buscador ‘estoy triste’, en 20 minutos estás viendo vídeos de adolescentes con deseos de muerte”, nos dice Villar. “Eran conducidos a agujeros sin salida”, denuncia este informe.
El riesgo de los grupos prosuicidio
«La persona que más daño puede hacer a otro adolescente en términos de contagio de la conducta suicida no es un adulto malvado. Es otro niño como él, que está compartiendo su dolor», nos confía Villar.
Se refiere a comunidades online, ya sea a través de mensajería instantánea, como Whatsapp, o en otras redes sociales, donde estos adolescentes «se sienten comprendidos».
Un estudio reciente de las universidades de Melbourne (Australia) y Groningen (Países Bajos), tras analizar las autopsias psicológicas de 18 chicas y 17 chicos menores de 20 años que se habían quitado la vida en 2023 en Holanda, concluía que “los adolescentes con pensamientos suicidas encuentras en las redes grupos afines de iguales, lo que provoca con problemas de dependencia y conductas imitativas”.
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Día Mundial de la Salud Mental: 10 de octubre
Laura G. De Rivera
Periodista especializada en ciencia, sociedad digital y derechos humanos.
Fuente: SINC (Servicio de Información y Noticias Científicas)
Derechos: Creative Commons
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