Mutilación genital femenina – Derechos de las humanas
Con la mutilación genital femenina a los cuerpos de esas niñas, incluso bebés, se están cercenando sus derechos humanos más básicos y causando terribles consecuencias psicológicas y físicas.
Actualmente, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que más de 200 millones de mujeres y niñas –vivas en estos momentos– han sido objeto de la mutilación genital femenina (MGF) en los 30 países de África, Oriente Medio y Asia donde se concentra esta práctica.
44 millones de niñas menores de 14 años han sufrido la ablación, principalmente en Gambia (un 56%), Mauritania (54%) e Indonesia, donde alrededor de la mitad de las niñas de 11 años han padecido esta práctica. Y estos aterradores datos son sólo alguno de ellos.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas estima que debido a las interrupciones en los programas de prevención relacionadas con la pandemia podrían derivar a lo largo del próximo decenio en 2 millones de casos de mutilación genital femenina que, de otro modo, se podrían haber evitado.
Menores en riesgo
La barbaridad que arrojan estos datos es sencillamente espeluznante. Pero además es que ni siquiera podemos afirmar que esto no ocurra cerca de nosotros.
[…] Prevención y formación para la aculturación e integración social, es la fórmula que la investigadora y antropóloga Adriana Kaplan, que dirige la Fundación Wassu de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), lleva desarrollando varias décadas en algunos países africanos donde está muy arraigada la práctica de las mutilaciones genitales femeninas, donde ha conseguido reducir su prevalencia del 80% a menos del 30%.
Según el informe ‘La Mutilación Genital Femenina en España’, publicado en 2022, y elaborado por la Fundación Wassu-UAB y promovido por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, más de 3.600 niñas que residen en España se encuentran en riesgo de sufrir mutilaciones, sobre todo en Barcelona, donde se registra el número más elevado (746,14 menores).
Terribles consecuencias
Las consecuencias tanto físicas como psicológicas de estas prácticas sobre las mujeres que las sufren sencillamente no quiero ni imaginármelas puesto el sólo hecho de pensarlo me produce un dolor sordo y una impotencia difícil de explicar.
Pero no por ello, no por no querer imaginarme la vida de esas mujeres voy a dejar de manifestar mi más profundo desprecio y rechazo a estas mutilaciones que se producen en aras a un modelo de mujer siempre supeditado al modelo masculino.
Con estas agresiones a los cuerpos de esas niñas, incluso bebés, se están cercenando sus derechos humanos más básicos. Se las niega el derecho no sólo al placer, que también, sino a su cuerpo de mujeres íntegro y, por supuesto a una salud sexual y reproductiva óptima.
Sólo desde la necesidad de mantener el injusto, vejatorio y cruel sistema patriarcal es posible combatirlo para acabar con estas barbaridades cometidas en los cuerpos de las niñas y en tantos lugares del mundo.
Educar en la igualdad
En este tipo de asuntos tan cruelmente aceptados en las sociedades que lo practican, es donde la educación a todos los niveles sociales ha de cobrar una especial importancia.
Educar para la igualdad entre mujeres y hombres. Educar para el respeto. Para la diferencia. Para una salud sexual y reproductiva óptima.
Educar para un modelo de mujeres distinto al actual que las mutila para ser aceptadas, para ser mujeres. Educar para cambiar esas mentalidades.
Pero ese tipo de educación, como decía antes ha de darse de forma multidisciplinar, no invasiva y a la población adulta que es quien transmite los estereotipos y los modelos. Y a la infancia también para no reproducirlos.
Me duele especialmente escribir sobre esto, pero es necesario denunciarlo. Es absolutamente necesario reivindicar el derecho de todas estas niñas vivas y por nacer a una vida y un cuerpo pleno.
Es necesario reclamar que sus derechos de humanas deberían ser intocables, como sus cuerpecitos infantiles.
Algunos pasos se están avanzando en esa materia, pero son tan poco y esa evolución camina tan lentamente que incluso la involución es posible.
La cruel violencia estructural
El trato cruel e inhumano que sufren las mujeres en algunas zonas del mundo, no sólo en el continente africano dejan poco espacio para la esperanza.
La ‘normalización’ con que demasiados Estados y culturas viven estos fenómenos y la indolencia e inactividad por cambiar es estado de las cosas con que se actúa por parte de la comunidad internacional, tiene como consecuencia que estas prácticas se mantengan.
Y que, como consecuencia el dolor y el sufrimiento de millones de mujeres en todo el mundo no sólo exista, sino que aumente cada día.
La violencia estructural que permite mantener el orden de las cosas a nivel mundial aumenta cada vez que una niña es mutilada, que una criatura es violentada.
Y como es prácticamente invisible por su normalización social, es como si la hubiéramos interiorizado. Pero está ahí y actúa cruelmente sobre la población más vulnerable.
A veces se me acaban las palabras para definir algunas situaciones. Y esta es una de esas situaciones que por terriblemente dolorosa e injusta se me acaban las palabras para decir lo que pienso y siento al respecto.
Queda mucho camino por hacer
[…] Mucho, muchísimo camino queda por hacer para que el patriarcado deje ver en las mujeres seres que sirven para la reproducción, para la explotación, para el uso y el abuso y les niega sus derechos humanos más elementales como el derecho a su cuerpo y a su vida plena.
Larguísimo camino por hacer para que dejen de ser violadas las mujeres y criaturas refugiadas como parte de su pago por llegar a Europa por parte de mercaderes indignos y crueles.
Mucho por hacer para cambiar la mentalidad de tantísima gente que, con la normalización de estas crueles barbaridades, pretende hacerlas tan obvias que dejen de parecer crueldades bárbaras e indignas infligidas a mujeres y criaturas en aras a su dominación y sumisión a los mandatos patriarcales.
Y mucho camino queda por hacer para que en los conflictos armados no sean los cuerpos de las mujeres campos de batalla en los que se libran guerras y a través de las violaciones de los mismos se busque debilitar a los enemigos y realizar limpiezas étnicas, desposeyendo a estas mujeres de su condición de personas con derechos humanos.
Derechos de las humanas
Mucho camino queda por hacer cuando en el mundo teóricamente moderno y civilizado se sigue debatiendo sobre la legalización o no de temas como la prostitución o las maternidades subrogadas que utilizan los cuerpos de mujeres como simples vasijas y sin ningún otro valor que el ser depositarias de los deseos de los varones para satisfacer su placer o su deseo de paternidad.
Es cierto que queda mucho camino por hacer, pero también es cierto que mientras las fuerzas no desfallezcan, la lucidez mental no nos abandone y el compromiso feminista y social siga en nuestras cabezas y corazones, somos muchas y cada vez más muchos quienes seguiremos plantando cara al patriarcado y exigiendo que los Derechos Humanos sean cada vez más aplicables y reconocibles como Derechos de las Humanas.
Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina: 6 de febrero
Teresa Mollá Castells
Ontinyent (Valencia, España)
tmolla@telefonica.net
teremolla.nireblog.com
Páginas de origen de las imágenes:
jessicafillol.es
mundiario.com
Ver:
> Nawal El Saadawi – Feminista, escritora y doctora en medicina
> Las niñas pueden cambiar el futuro – Hay que actuar
> En Nigeria se ha firmado un proyeco de ley que tipifica como delito la mutilación (2015)
> Nigeria aprueba la ley que criminaliza la mutilación genital femenina (2015)
> Educación y violencia machista – Prevención en las aulas
> Violencias machistas – Continuan los asesinatos de mujeres – Ley ‘solo sí es si’
> Los derechos de mujeres y niñas pisoteados constantemente
> Asesinos – A las mujeres nos asesinan los hombres
> ¿Por qué se teme al feminismo? – Igualdad de derechos
3 – 08-02-2023
Actualizado: 30-01-2023
1 – 07-02-2016