Jazz Sí Club – Jam-Session de Jazz
Jazz Sí Club – Taller de Músics, Requesens 2, Barcelona (España) 
Jam-Session de Jazz 
8 de setiembre 

Todas las fotografías: ©2012 Marina Torné 
La tarde del sábado se me presentaba ciertamente aburrida. Para evitarla, y un poco escéptica, me dirijo al «Jazz Sí Club. Taller de Músics». Aunque adoro la música, el jazz sigue imponiéndome respeto. A las ocho menos cuarto cruzo el umbral. A la izquierda, el bar, a la derecha una improvisada taquilla. Seis euros la entrada más una consumición. La sala es reducida pero suficiente. El primer piso desahoga el espacio de la planta baja, sin embargo, a pesar del «completo», en ningún momento te sientes agobiado. Se respira elegancia y mesura, clase. Durante más de dos horas, el trío compuesto por Jordi Berni, al piano, Curro Gálvez, al contrabajo y Ramón Díaz, a la batería, nos han acompañado con «manos de músico» (que siempre pienso que son unas manos especiales) y a través de un delicioso repetorio clásico, por senderos que transmiten calma y buen hacer. Música que les divierte, que divierte y que «engancha», porque a ellos sin duda, les apasiona. Puede que al inicio los primeros compases hayan sonado un poco tímidos, pero al cabo de pocos minutos, la sincronía y complicidad del grupo ha sido prácticamente absoluta. Buenas vibraciones de principio a fin, Jordi, Curro y Ramón, nos han mostrado sin esfuerzo, cómo funciona un buen equipo. Según me dice Jordi, no hace demasiado tiempo que los tres músicos actúan juntos, sin embargo, a mi me parece que lo llevan haciendo toda la vida. Y es que cuando el engranaje ajusta bien, se nota.
Segunda parte. Desde hace un rato, se ha incorporado al grupo el saxofonista Antonio Mesa, así como otros músicos del Taller.
Cuando dan las diez decido irme a cenar. Me dirijo a la salida. Joaquim Marín, al frente del bar del «Jazz Sí», me sugiere que todavía no me vaya. Tengo hambre y desgraciadamente, me apetece fumar. Marín me tienta con una copa de cava fresquito y yo le pido que le añada unas gotas de vermú, para matar suavemente el punto ácido. Me promete que al final habrá pieza de Jordi, Curro y Ramón. ¿Cómo podría negarme? Joaquim también comenta que cada día en el «Jazz Sí» hay música en directo: pop, rock, blues, latina, flamenco… Charlamos sobre la experiencia de la buena música en vivo: «Como el directo, no hay nada. Te quedas aquí un par de horas y luego te vas a casa relajado, sintiéndote maravillosamente bien». Tengo curiosidad por saber si lo que me ha dicho funciona: «¡Me quedo, me quedo!» -le aseguro.
Cerrando el círculo, Jordi Berni, Curro Gálvez, Ramón Díaz, han finalizado la sesión con Antonio Mesa y su sorprendente registro flamenco. Notas desgarradas y difíciles pero que han arrancado rotundos aplausos.
Ya en la calle, la habitual noche húmeda de Barcelona, me susurra algunas notas con aliento pesado y caliente. El ritmo afuera es extrañamente lento. Tardo algunos minutos en recuperar cierto brío. Tenía razón Joaquim Marín. A pesar del bochorno y el hambre, me siento muy bien. Ahora lo que me pregunto es cuánto tiempo durarán los efectos sedantes de la visita al «Jazz Sí Club».
                        
                