Eduard Estivill – «Lo que da sueño es tener sueño»
[Salud – Medicina del sueño]
Por Marina Torné
Eduard Estivill Sancho (Barcelona, 1948), estudió Medicina en la Universidad de Barcelona y se licenció en Medicina y Cirugía.
Tiene la especialidad en Neurofisiología Clínica, Pediatría y es Especialista Europeo en Medicina del Sueño. Desde 1989 hasta la actualidad es director de la Clínica del Sueño Estivill, del Hospital Quiron-Dexeus de Barcelona y coordinador de la Unidad del Sueño del Hospital General de Catalunya. Se ha formado como especialista del sueño en el Sleep Disorders Center del Henry Ford Hospital de Detroit (EE.UU.), y es miembro de las más prestigiosas sociedades españolas y extranjeras en dicho campo.
Es autor de numerosas publicaciones, más de doscientas en revistas científicas, así como libros de divulgación sobre Medicina del Sueño y buenos hábitos, destacando Duérmete niño, con más de tres millones de ejemplares vendidos y traducido a 19 idiomas.
Las normas que recomienda el libro se basan en la Cronobiología y en aportaciones pedagógicas conductuales. El popularmente conocido como Método Estivill fomenta rutinas para resolver el problema del insomnio infantil. Desde enero de 2014 es presidente de la Fundación Estivill-Sueño.
Pregunta: Se dice que la menopausia es algo fantástico.
Respuesta: ¿Quién ha dicho eso? Es mentira. Es como tener niños. También es otra mentira.
P. Para algunas mujeres, la menopausia es una hecatombe.
R. Sí, sí.
P. Puede que la melatonina al menos ayude un poco.
R. Sí. En primer lugar una de las acciones de esta sustancia es que retarda el envejecimiento de las células porque es un potente antioxidante. Por este motivo se ha hecho tan famosa en los Estados Unidos. Cuando hemos estudiado los ritmos biológicos -allá se la tomaban a cualquier hora, en cualquier momento y por esto a unos les funcionaba y a otros, no- sabemos que hay que suministrarla a una hora concreta, cada día, media hora antes de ir a dormir, porque sinó no funciona. Y con respecto a la dosis, la correcta estaría entre dos y cinco miligramos. En España sólo se autoriza hasta dos miligramos, pero con las gotas se puede tomar la cantidad adecuada y sin ningún problema.
P. Hay detractores que hablan de una posible atrofia de la glándula que segrega naturalmente esta sustancia.
R. No. No es cierto. Tenemos mucha bibliografía científica al respecto. La melatonina externa, no inhibe la producción de la interna, porque lo que sucede es que el pico es muy alto durante la infancia y desciende mucho en los adultos. Si hay falta de melatonina, lo que hace la externa es subir el pico, pero sin modificar el funcionamiento interno. Esto no ocurre con la hormona tiroidea, por ejemplo.
P. ¿Cómo dormía usted cuando era un niño?
R. Nunca tuve problemas más allá de los normales y puntuales.
P. ¿Podría enamorarse del dormir… de una mujer?
R. Fue una casualidad. Ponerme a estudiar el sueño fue pura casualidad. Estudié Pediatría, luego quería ser Neuropediatra, y para ello tuve que estudiar Neurofisiología, que somos los que hacemos los electroencefalogramas a los niños. Para que esta prueba salga bien el adulto y el niño tienen que estarse quietos y la única manera de conseguirlo era dormirlo y por eso comencé a interesarme por el sueño de los niños. Este fue el principio, pero hemos trabajado también con adultos y gente mayor; todo el abanico de lo que constituye la Medicina del Sueño.
P. Yo iba un poquito más allá. Me ha despistado usted, doctor.
R. (¡ja, ja!) He contestado como sé contestar cuando la pregunta… Pero sí, seguro (¡ja, ja!).
P. Noches arruinadas por un mal dormir del compañero de cama.
R. Personas que cuando duermen se mueven, hablan, rechinan los dientes… Pero no tienen ninguna culpa. Te puedes enamorar lo mismo, pero ayudándole después a que duerma mejor.
P. ¿La cara es el espejo del sueño?
R. Claro. Las ojeras son típicas de la persona que ha dormido mal. También las personas con un cuello ancho y con sobrepeso, seguro que roncan. Hay un conjunto de rasgos que son característicos.
P. Las mujeres no roncamos, respiramos fuerte.
R. En la menopausia se pierden estrógenos, que son las hormonas que dan fuerza al cuello para que las mujeres no ronquen. Pero roncar, durante esta etapa, es normal; no pasa nada. También en la menopausia se ganan algunos kilos por la retención de líquidos y ello favorece la aparición de los ronquidos, porque el cuello se cierra más fácilmente, y más cuando dormimos boca arriba. Además existen unas características en la estructura de la cara de las personas que hacen que el roncar sea casi inevitable. Por ejemplo la mandíbula inferior. Si dormimos boca arriba, roncaremos más.
P. ¿Hacia dónde apuntan las últimas investigaciones?
R. Hay muchas novedades. Estamos evolucionando continuamente. Pero será en los ritmos circadianos y la cronodisrupción donde se darán los avances más espectaculares.
P. ¿Podremos volver a dormir como bebés?
R. No.
P. Pero es que…
R. No. Las estructuras del sueño cambian con la edad y por esto las necesidades del sueño son diferentes. A medida que nos vamos haciendo mayores, tenemos más micro-despertares a lo largo de la noche y por este motivo, el sueño será más superficial y menos reparador. Es biológico.
Me ha dicho el doctor que, por mi aspecto y profesión, deduce que hoy he dormido fatal. En su conferencia, ha sentenciado que no dormimos igual las mujeres que los hombres y que controlar los sofocos nocturnos es fundamental para dormir bien.
Igualmente ha apuntado que: ‘Ni el aburrimiento, ni el cansancio dan sueño. Lo único que da sueño es tener sueño’. Puede que esta noche haya suerte y duerma mejor. Le haré caso al doctor y me ‘desconectaré’ unas tres horas antes de acostarme; nada de móviles, ni de ordenadores. Guardaré en el armario mi inseparable ‘Gusiluz’, cerraré puertas y persianas y pensaré en los juguetes que nos acaba de mostrar Adeline Aránega. Quizás así tenga unos… felices sueños.
marina.torne@gmail.com
Barcelona, 18 de octubre de 2014
Entrevista realizada durante el II Fórum Mujer y Menopausia
Todas las fotografías ©2014 Leonor Sedó