Beijing + 20 – La cobertura periodística dada por una mujer

 

[Políticas y Mujer]

 

CSW 59/Beijing+20 (2015)
Del 9 al 20 de marzo de 2015  

 

He sudado para contar cómo nos acercamos al fifty-fifty!

Por Norma Loto
Periodista argentina, enviada a Nueva York por Agencia SEMlac

 

Emprendí mi viaje a  Nueva York, para dar cobertura periodística al 59 periodo de Sesiones de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la ONU (CSW59). Y de pronto, allí estaba la estampa de la gran ciudad que esperaba la primavera, y que aún dilapidaba las huellas nevosas del duro invierno que emprendía su partida. Aterricé con la peor migraña que humanamente se pueda llegar a soportar. Es que la conjunción de temperaturas extremas sumado a todo lo que tuve que dejar ordenado en mis trabajos, más las labores que adelanté en mi casa para poder partir; resultaron el peor coctel para mi cuerpo.

Así llegué para cubrir una movilización convocada por la ONU, que tenía como objetivo pedir un planeta que en 15 años sea igualitario: Planet 50-50, fue la consigna para marchar. A pesar de la fría organización, bien al estilo americano (que en nada se asemeja a las calurosas tomas de calles que se hacen por estas pampas), la actividad tuvo su peso simbólico, sin dudas. Todas marchaban desde diferentes países, colores y etnias, y se conjugaban con los saludos de quienes estaban de testigos indirectos. A pesar del frío, sudé por correr tras una foto o por querer llegar a tener unas palabras de Phumzile (directora de ONU Mujeres) o Ban Ki Moon. A pesar de mi sudor, no lo conseguí.

En las calles de Manhattan estuvieron las voces que pudieron estar. Efectivamente, las que pudieron estar, porque no estaban todas: la distancia y la falta de presupuesto son barreras ineludibles a la hora de aplicar y llegar a este tipo de eventos.

A pesar del soplido en los rostros, nada importaba porque se sentía que a pesar de las fronteras que nos separan, no estábamos solas. Pero esta vez, caminábamos juntas; mujeres de todos los continentes soñando un planeta, que en 15 años sea 50 y 50 y que justamente: no sea sólo una cuestión numérica.

beijing-20-cobertura-periodistica-mujer-550-1
Fotografías: ©2015 Norma Loto

Aquella fue la movilización más visible, pero el 8 de marzo en Nueva York también se realizaron otras marchas. Una de ellas fue la que partió desde la catedral de San Patricio y que pedía por las víctimas de violencia; también estaban las mujeres que marcharon junto con sus bebes en carrito, para solicitarle a las cadenas de Fast Food mejoras salarial  para las trabajadoras. Es que según se calcula, cerca de las dos terceras partes de las mujeres que trabajan en lugares de comidas rápidas, son madres solteras.

Al día siguiente se iniciaron oficialmente las actividades del 59° periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, y allí estábamos las corresponsales de SEMlac. Mi compañera Gabriela y yo, flameábamos en la acera de una oficina anexa, a la espera de nuestra acreditación periodística. Cuando logramos ingresar al edificio de ONU, observamos que el lugar detonaba con el colorido de mujeres que con sus vestimentas típicas llegaban para repasar qué tanto habíamos avanzado en estos 20 años.

Luego aparecerían en mi camino las tantísimas salas y la experiencia sería así: Sala E: inglés sin traducción/ Sala.C: inglés sin traducción/ Sala 5: inglés sin traducción y así en su gran mayoría: Inglés, sin traducción. En los pasillos seguía el Babel penetrable, porque en algún punto – a pesar de no compartir idiomas- todas se deducían (creo que tiene que ver con la frase de mi abuela: “el dolor nos asemeja y nos acerca”).

beijing-20-cobertura-periodistica-mujer-550-2
Fotografías: ©2015 Norma Loto

Entonces, recordé  aquello de las fuerzas simbólicas y de cómo el fuerte ejerce su poder sobre los demás. Sin traducciones simultáneas, no había dudas que Inglés sin Traducción era el idioma oficial de la Conferencia Mundial. No había dudas, que el poder genera exclusión. Hubo quejas en este sentido, pero también hubo mensajes confusos, por ejemplo en la Asamblea donde se reunieron activistas latinoamericanas para presentar el documento en el que manifestaban su descontento por no haber sido escuchadas para el documento final, una de las presentes promocionó un hashtag que estaba pensado para “copar las redes”: #CSWfeminists #CSWLAC (Oh, no!!!… en inglés….como lo están leyendo). Había que protestar en inglés!

Sumado a ese detalle, en medio de esa misma reunión, una activista empezó a desplegar en el piso collares multicolores, que desbordaban vibraciones, etnia, trascendencia (era una reunión para presentar un documento de descontento, recuerden!) . ¿Cuánto cuesta?, pregunté. “fifteen”, respondió. Me voy a seguir tomando notas de la reunión, “fifteen” era so much para esta argenta. Pero, antes de terminar el encuentro, la activista-artesana había logrado obtener la atención de muchas presentes que ya habían logrado una rebaja, a diez dólares un collar. La ley del mercado: Oferta y demanda, al pie del cañón.

Más allá de las “perlitas” de la exclusión idiomática y de las leyes del mercado, lo que inquietó fue la limitada participación de organizaciones de la sociedad civil y los mecanismos nacionales de género en la CSW59. La sociedad civil puso su reclamo sobre la conferencia internacional y le atribuía un lenguaje débil que dejó vacíos importantes en materia de derechos humanos de las mujeres y denunciaron por medio de un documento que no hubo espacios de consulta y colaboración abiertos. “No sabemos a qué hemos venido hasta Nueva York si ya está todo dicho y no han querido tomarnos en cuenta ni escucharnos”, decían las latinas presentes en la reunión.

Fue en esa reunión donde también se convocó a una protesta frente al edifico de Naciones Unidas. Así, al día siguiente algunas pocas activistas se pararon frente al edificio ONU y se sellaron la boca con cinta adhesiva en señal de protesta. Allí estaban, con una cruz pegada  a la boca. Calladas. En definitiva, el inglés actuó como idioma oficial, pero el silencio siempre será un lenguaje universal.

beijing-20-cobertura-periodistica-mujer-550-3
Fotografías: ©2015 Norma Loto

 

¿Qué sigue tras la 59CSW?

Hace dos días hasta las dos de la mañana estuvo la discusión para que el seguimiento de esta evaluación mundial se haga incluyendo a la sociedad civil, pero no solo eso, recuperando palabras que en los documentos de Naciones Unidas son fundamentales. ¿Cómo? Es que de pronto en esas reglas se tachó derechos humanos una y otra vez, en párrafos que parecían inocentes, o se pretendía eliminar el dialogo social, o se daba más importancia a pequeños avances que a los grandes y persistentes problemas (semexico.org.mx).

Ya estoy de regreso y recibo en mis mails un “Press Release” (sigamos así, con el idioma oficial) donde la Directora de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka decía en el cierre de la 59CSW: “tenemos que seguir trabajando, de forma sistemática e implacablemente, a producir una transformación en nuestras familias, las sociedades, las economías y los espacios políticos y públicos (…) La inclusión de la voz de la sociedad civil será siempre una consideración estratégica. La agenda de desarrollo post-2015 tiene que poner la igualdad de género en el centro del desarrollo sostenible, que impregna todas las esferas de actividad. Esto hay que seguir apoyando (…)”

Nada decía de los aspectos en que menos se ha avanzado en estas dos décadas: la niña y la mujer y los medios de comunicación. En cambio hizo un puntual pedido (no menor) para “fortalecer el liderazgo y la participación de las mujeres en todas las actividades relacionadas con el clima”.

En mi mente regreso a la ONU, sigo caminando con mi bolso, mi netbook, con mis botas UGG escondidas, más el café aguado y con pasteles impregnados en canela (todo es canela, y con el pasar de los días ¡hasta mi aura será de canela!). Ingreso a una conferencia sobre Cuotas partidarias y escucho: “se avanzó en legislaciones, pero no alcanza”. Ingreso a la conferencia sobre mujer y medios y escucho: “se avanzó en legislaciones, pero no alcanza”. Entrevisto a una experta y me dice lo mismo. Hablo con una representante de los pueblos originarios y manifiesta exactamente lo mismo.

Sí, falta y mi recorrido fue caminar por la obviedad. Pero el error es creer que las leyes, los estados y los gobiernos pueden cambiar paradigmas. Los cambios vienen de las prácticas, de las costumbres, de la sociedad. Ninguna ley se hace si no existe una situación social que registre una costumbre. Y así, transité toda  mi cobertura de Beijing + 20, pensando en lo que falta para nosotras, aunque siendo optimista porque soy testigo de un cambio que se avecina.

“Tenemos que ver sólidamente un progreso medible en 2020 y asegurarnos que 2030 sea la fecha de caducidad para la desigualdad de género”. Phumzile Mlambo-Ngcuka- Directora de Onu Mujeres

 

 

Ver:
Beijing + 20 – Todas amaron a Geena Davis 
Beijing+20 – Menos gobiernos y más mujeres, como en un encuentro feminista 
Beijing+20 – En México se asesina a mujeres que intervienen en política
Beijing + 20 – 8 de marzo en las calles de Manhattan  
Beijing+20 – En el mundo empresarial “podemos lograr la plena igualdad antes de 2030″   

 

Página de origen de la imagen:
cepal.org