Reuniones familiares – 15 trucos para sobrevivir a ellas

No te despistes y elige rápidamente al lado de quién te vas a sentar.

[Familia

 

Aunque las reuniones familiares de esta Navidad serán con un máximo de 10 personas (mejor 6), la Navidad es época de reencuentros y visitas familiares. Si en una de estas comidas o cenas está previsto que te encuentres con allegados con los que no empatizas, tienes 15 trucos esenciales para sobrellevarlo.

 

Qué puedes hacer antes de la comida familiar

Prepara tu estrategia: Seguro que ya sabes lo que te va a resultar más difícil de soportar así que mejor que no te pille desprevenid@. Prepara con tu pareja o con el familiar con el que tengas más complicidad, de qué forma conseguiréis que la comida no se convierta en una tortura.

Ríete por adelantado: Si ya sabes que el gracioso de tu cuñado va a contar un chiste horrible, que tu prima hará un comentario racista o que tu suegra se va a meter con la comida que has preparado, ¿por qué te agobias? Busca la forma de que el mal trago se convierta en algo divertido. Por ejemplo puedes hacer una porra secreta con las predicciones de lo que sucederá en la comida y ver quién tiene más aciertos.

No es momento para venganzas: Que sepas lo que va a pasar no significa que tengas que tener el hacha de guerra preparada para soltarla a media comida. Tienes todo el año que empieza para resolver los problemas familiares, no le agües la fiesta a todos los comensales!

Recuerda por qué estás en la comida: Es posible que hayas asistido por obligación pero si te paras a pensarlo seguro que descubrirás que hay razones de peso para no saltarte la celebración (no le quieres dar un disgusto a tu madre, tus hijos se lo pasan fenomenal con sus primos, quieres que tu pareja pase fin de año con tu familia…) . Si tienes presentes esas razones, es posible que te sea más fácil soportar la situación.

 

Qué puedes hacer durante las reuniones familiares

Aprende a disfrutar: En su libro El buen amor en la pareja (Destino 2013) Joan Garriga nos recuerda que nadie nos puede hacer infelices. Somos cada uno de nosotros los que elegimos cómo vamos a vivir las cosas o qué sentido les vamos a dar así que ¿qué vas a elegir? ¿disfrutar o sufrir? Tus expectativas sobre la comida van a determinar cuál de las dos opciones triunfa.

Siéntate al lado de los que más quieres: No te despistes y elige rápidamente al lado de quién te vas a sentar. Huye de aquél sobrino que no para quieto o de tu prima ostentosa y busca sin complejos la compañía de los que te hacen sentir mejor. Y si no eres tú quién decide dónde te vas a sentar, no te olvides de dar pistas a los anfitriones sobre tus preferencias.

Cambia el chip en las reuniones familiares: Esperar a que los demás cambien suele ser uno de los callejones sin salida más habituales. Si realmente crees que es importante mejorar las relaciones con tus parientes, quizás puedas plantearte iniciar algún pequeño cambio (un detalle especial para una persona que te disgusta, prestar un rato de atención a aquella tía tan pesada…). Los pequeños cambios son poderosos y te pueden ayudar a disfrutar de la celebración.

 

Reducir los malos pensamientos

Firma una tregua: Si realmente te sientes incapaz de disfrutar, una buena solución es hacer un paréntesis, olvidar por unas horas el pasado y reducir los malos pensamientos. Se trata de hacer un pacto contigo mism@: intenta relajarte, no pensar continuamente en que querrías estar en otro lugar. Piensa en quién se está alegrando y disfrutando de tu presencia.

Ponte en su lugar (aunque te cueste): Para Rick Kirschner y Rick Brinkman, autores de Cómo tratar a los parientes (Editorial Amat 2004) mostrar interés y preocupación por los demás crea armonía y afinidad y seguro que suaviza tensiones.¿Qué puedes hacer ante ese hermano amargado cuya principal preocupación consiste en recordaros lo mucho que odia la Navidad? Con un familiar difícil lo que mejor funcionan es la empatía, si eres capaz de demostrarle que aunque no compartes sus sentimientos, puedes entenderlo, seguro que la situación será más llevadera.

Los malentendidos están para aclararlos: A veces valoramos ciertos comentarios desafortunados como algo hecho a propósito, con mala intención, y no sabemos muy bien por qué pero a las suegras suele tocarles la peor parte. La mejor receta es aclarar cualquier malentendido desde el primer momento, así no se hará más grande. Evita las acusaciones e intentar expresar cómo te has sentido con la predisposición de resolverlo.

 

Al mal tiempo, buena cara

Evitar temas conflictivos: Como sois de la misma familia y os conocéis de toda la vida, seguro que sabes cuáles son los temas que es mejor que no salgan si no queréis ver platos volando por encima de las mesas. Evítalos y, si es necesario, pídeselo con antelación a ese pariente que siempre mete la pata.

Al mal tiempo, buena cara: Cuando tu cuñada es de esas que no se reprimen las críticas o tu tío es una aficionado a darte consejos ‘destructivos’, un consejo: afróntalo deportivamente. Apreciar la crítica e incluso agradecerla son buenas tácticas: “Gracias por tu opinión pero esta vez me gustaría equivocarme por mi mism@”.  Tener la autoestima bien alta te hará más fácil encajar las críticas.

 

Qué debes evitar después de la comida…

No culpes a los demás: Si has estado perfecta durante la comida pero al volver a casa lo cargas todo sobre tu pareja o tu familia más cercana, no habrá servido de nada. Explotamos cuando rebosa el vaso de nuestra paciencia por lo que es importante ir vaciando antes de que llegue al límite. Habla de tus necesidades y negocia, negocia y negocia.

Mejor lo hablamos mañana: Cuando estamos encendidos difícilmente podremos buscar soluciones que sean útiles. Si realmente nos vemos incapaces de afrontar las diferencias con una cierta calma, quizás lo más sensato sea aplazar la discusión para el día siguiente. Nuestra pareja y nuestra familia nos lo agradecerán y nosotr@s mism@s también.

Felicítate: Si has sido capaz de disfrutar de una situación que antes te resultaba horrible o si has conseguido superar la comida sin enfadarte con nadie, felicidades!

 

 

Patricia Maguet Levy  
Psicóloga especialista en relaciones de pareja y familiares 
https://www.psicologiavendrell.com/

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freepik.es

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Actualizado 19-12-2022
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